miércoles, 10 de diciembre de 2014

Jaula invisible

Nos aferramos a la vida que nos vio crecer, a la tierra en la que dimos los primeros pasos, donde está toda nuestra gente de siempre. Lo que significa una cantidad infima del mundo que nos rodea. De siete mil millones de habitantes de la tierra, conocemos a uno o dos centenares de ellos, y bien, si me apuras, a una o dos decenas siendo generoso.
Al final, solo somos cobayas metidas en pequeñas jaulas invisibles creadas por nosotros mismos y por los que nos rodean. Si salimos de ellas, intentamos volver lo más rápidamente al interior o nos metemos en otra jaula de mayor o menor tamaño. Somos así, y yo no soy una excepción.
Esas barreras, las de nuestras jaulas, las de nuestras mentes, son irreales, inventadas. Pero brutalmente eficientes. Barrotes en su mayor parte compuestos de miedo, fiel e inseparable compañero que nos acompaña y martiriza en nuestro camino inexorable hacia la muerte.

somos... ¿somos?

El ambiente nos influye, es un hecho. Podemos asumirlo o no, eso depende de nuestro nivel de hipocresía.
Supongo que es cierto que a unas personas les influye más y a otras menos, pero en mayor o menor medida somos parte de lo que los demás pretenden que seamos. Vestimos como vemos, comemos lo que la gente come, vamos donde la gente va, nos gusta lo que le gusta a la gente... y así sucesivamente.
Abstraerse de la realidad, de la sociedad, de lo socialmente aceptable o desechable, presumo que es el ejercicio más importante que tenemos que hacer para conocernos a nosotros mismos. Mirar a dentro, buscar, y si no se encuentra nada rebuscar hasta que duela. Solo en nuestro interior están las respuestas que nos harán ser, o al menos comenzar a ser.
Pero no me malinterpreteis, somos animales sociales, conocernos a nosotros mismos es afianzar bien los cimientos de nuestra casa, luego tenemos que amueblarla. Porque somos nuestras experiencias, nuestros amigos y familia, nuestras victorias y derrotas, nuestros amores y desamores, nuestras caídas y nuestros recuerdos.
Supongo que lo que quiero decir es que no olvides que la verdadera revolución comienza dentro.

martes, 27 de mayo de 2014

Conversación familiar de campaña.

-No resulta tan claro como al principio, está farragoso y además es complicado. Sin embargo, es un tema al que pronto ha se le ha de dar solución, poniendo todo nuestro empeño en superar las dificultades y obstáculos que se van interponiendo en nuestro camino para la final consecución de nuestro objetivo. Para ello, haremos uso de todos los medios que estén en mano, y buscaremos cuantos apoyos podamos para que la tarea que nos ha sido encomendada, tenga todas las facilidades pertinentes.

-Juan, el dinero para el pan ya te dije que estaba encima de la mesa, pero si quieres voy yo.

domingo, 2 de marzo de 2014

...

El ignorante más grande, es aquel que piensa que sabe más.

El intolerante más grande, es aquel que piensa que su punto de vista es el de verdad.

El prepotente más grande, es aquel que ni si quiera siente la necesidad de argumentar.

Es por eso que primero escucho, luego callo y después siempre pregunto.

Porque no hay pregunta tonta.

Tonto es el que cree que no necesita preguntar.

Y cuando tienes la garganta mal, solo aprendes a beber sopa cuando has tragado piedras.

Y solo aprendes a llamar, cuando te dieron con la puerta en las narices por llegar sin avisar .